En Galápagos es más conveniente mencionar la existencia de dos estaciones, una cálida y otra fría.
En la primera mitad el año, desde el mes de enero hasta mayo, en Galápagos se tiene de manera general, tanto en su parte terrestre como en su parte marina, temperaturas cálidas. Para las islas, el mes de marzo es el más caluroso del año. La estación cálida, también se caracteriza por la gran cantidad de precipitaciones.
Para la segunda mitad del año, desde junio a diciembre, la temperatura tanto del aire como del mar se reduce. En especial la del mar que para esta época registra las temperaturas más bajas.
Son las aguas frías las que generan que la temperatura del aire en Galápagos también se reduzca. Durante esta época, las zonas bajas de Galápagos presentan ausencia de precipitaciones. Sin embargo, las zonas altas se caracterizan por una garúa sostenida en casi todo el período. Esto se produce básicamente por la condensación que ocurre en el límite de la capa de aire frío con la masa de aire caliente en altura.
En términos generales, la zona alta de Galápagos recibe precipitaciones durante todo el año. Por eso su contraste con las zonas bajas que tienden a ser secas, mientras que las zonas altas se caracterizan por una densa vegetación, esto es común en todas las islas, excepto en aquellas más altas (i.e. Sierra Negra en isla Isabela) que presentan áreas secas en sus zonas más altas.